Geperudeta preparada la Ofrenda

La Geperudeta se prepara para la Emotiva Ofrenda a la Virgen de los Desamparados
En el corazón de Valencia, la emoción y el fervor fallero se intensifican a medida que se acerca uno de los momentos más esperados de las Fallas: la Ofrenda a la Virgen de los Desamparados. Y en este año, la Geperudeta, uno de los símbolos más queridos y venerados de la ciudad, se prepara con entusiasmo para participar en esta emotiva tradición.
La Geperudeta, una representación artística de la Virgen de los Desamparados, es una figura icónica que encarna la devoción y la espiritualidad de los valencianos. Desde su ubicación en la Plaza de la Virgen, observa con amor y compasión cómo miles de falleros y falleras, vestidos con sus trajes tradicionales, se unen para rendir homenaje a la patrona de Valencia.
Para la Geperudeta, la Ofrenda es mucho más que un acto religioso; es un símbolo de unidad, amor y solidaridad entre todas las personas que forman parte de las Fallas. Es un momento para ofrecer flores, cantos y oraciones en honor a la Virgen, pero también para compartir la alegría y el espíritu festivo que caracterizan a esta celebración tan especial.
En los días previos a la Ofrenda, la Geperudeta se engalana con esmero, luciendo sus mejores galas y preparándose para recibir a los falleros y falleras con los brazos abiertos. Su presencia majestuosa y serena en el centro de la plaza es un recordatorio constante del amor y la protección que la Virgen de los Desamparados brinda a todos sus hijos e hijas.
A medida que se acerca el momento de la Ofrenda, la emoción en el aire es palpable. Las calles se llenan de música, color y alegría, mientras los participantes se dirigen hacia la Plaza de la Virgen con sus ramos de flores en mano. Es un espectáculo impresionante y conmovedor que captura la esencia misma de las Fallas y el profundo arraigo de la devoción mariana en la cultura valenciana.
Para la Geperudeta y para todos los valencianos, la Ofrenda es un acto de fe, esperanza y gratitud hacia la Virgen de los Desamparados, pero también es un momento para celebrar la vida, la amistad y la comunidad que hacen de las Fallas una fiesta única en el mundo.
Que este año, la Ofrenda a la Virgen de los Desamparados sea un reflejo del amor y la unidad que caracterizan a Valencia y que la Geperudeta siga siendo testigo de la devoción eterna de su pueblo.